"Escribo porque mi cerebro se comunica mejor con mis manos que con mi lengua. Porque me odio menos escribiendo que hablando. Porque mientras escribo puedo corregir, escoger una por una las palabras y nadie me interrumpe ni se desespera mientras las encuentro. Por un ameno vicio solitario".

jueves, 12 de mayo de 2011

Prometiendo lunas...

Estoy un poco cansada, sí, la verdad es que estoy muy cansada, estoy harta de ilusionarme cuando parece que está llegando el príncipe de mis sueños, de pensar que está empezando mi cuento de hadas y de que, cuando le bese, se convierta en sapo.
Definitivamente, la culpa de esto la tiene Disney con sus dichosos príncipes... y es que, te hacen creer que con "su beso de amor eterno" todos los problemas se esfuman, que da igual cuantas veces te pinches el dedo con una hueca o cuantas manzanas envenenadas muerdas... total, ellos siempre van a estar allí para besarte y hacerte despertar. Que te van a aceptar a pesar de tus múltiples defectos, por mucho carácter que tengas, por muy imperfecta que te sientas, por muchos problemas que te atormenten.
Que eres una princesa, "su princesa"... ¡JÁ! Si todos los príncipes terminan siendo iguales, todos rubios con ojos azules, perfectos galanes que te prometen la luna y tú, como una buena princesa caes rendida a sus pies...
Con el tiempo todo cambia... cogen y se esfuman con sus aires principescos en busca de otra princesita.
Son muchos los cuentos Disney ¿no? o sea que un cuento más un cuento menos no hace daño nadie... eso es lo que ellos se creen.
¡Ay pequeña princesa, cuántos cuentos te quedan por protagonizar y lo que es peor, cuántos príncipes-sapos te quedan por besar!
MC#

No hay comentarios:

Publicar un comentario