"Escribo porque mi cerebro se comunica mejor con mis manos que con mi lengua. Porque me odio menos escribiendo que hablando. Porque mientras escribo puedo corregir, escoger una por una las palabras y nadie me interrumpe ni se desespera mientras las encuentro. Por un ameno vicio solitario".

sábado, 8 de enero de 2011

Rendirse es de cobardes.

Esta es la historia de quien no se da por vencido en el maravilloso viaje de encontrarse a uno mismo, de quien acepta cumplir años, y seguir teniendo miedos, de quien llena la almohada de inseguridades pero al levantarse siempre hace la cama, de quien sonríe de verdad y como antes, sin darse cuenta, de quien hace del tiempo un aliado sigiloso que, cada mañana y frente al espejo del alma no se cansa de luchar, “si nos somos capaces de soportar una sacrificio nunca seremos dignos de obtener una victoria.”
No me rindo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario