Esta es la historia de quien no se da por vencido en el maravilloso viaje de encontrarse a uno mismo, de quien acepta cumplir años, y seguir teniendo miedos, de quien llena la almohada de inseguridades pero al levantarse siempre hace la cama, de quien sonríe de verdad y como antes, sin darse cuenta, de quien hace del tiempo un aliado sigiloso que, cada mañana y frente al espejo del alma no se cansa de luchar, “si nos somos capaces de soportar una sacrificio nunca seremos dignos de obtener una victoria.”
No me rindo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario